Este jueves, relato. El Pozo de los Deseos


La moneda, en contra de lo habitual quedó de canto.
Ni la más perceptible brisa consiguió ladearla haciéndole perder su verticalidad. Las reglas del juego impedían ejercer cualquier acción sobre ella. Ni tocar, ni soplar, ni airear para forzar su caída. Bajo la sospecha de parcialidad cualquiera de estos actos habría alterado y manipulado el futuro inmediato.

¿Qué pasa cuando los deseos, quedan yermos ante el capricho de unas inexpresivas cara y cruz?
Violeta, era la de la cara… Marlen, la de la cruz.
Ambas se sentían perdidas ante el imprevisto desenlace que hacía peligrar el deseo deseado. Sólo el azar, descubriría un lado de la moneda, que ahora se mostraba quieta e insolente.
El destino quiso que un colibrí aleteara junto a ella y esta se inclinara hacia un lado, dejando desnuda la imagen del Premio.


Nunca, pasar 24 horas con George Clooney, había creado tantas expectativas.


Comentarios

  1. El premio igual merece echar tres o cuatro monedas por si acaso jajaaja Que bueno.
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Vaya, has despertado mi vertiente feminista con esto del George Clooney. Vamos que ni un segundo con el interfecto como no me supiera recitar las obras completas de William Shakespeare en versión original y del revés.
    En cuanto a lo de la moneda, ya van dos las que caen de canto en esta convocatoria. Bsss.
    Jajj, en realidad es que los actores, y encima norteamericanos, me dan repelucos, ¿se te ocurre mejor manera de mantenerlos lejos?.

    ResponderEliminar
  3. Bueno si era por eso...al final una se llevó el gato al agua.! Mi ingenioso amigo!.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Hombre, Alfredo, el premio no estaba nada mal. La próxima vez que te enteres de algo así avisame, ¿vale? ¡A ver si hay suerte! ;) Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Y la decisión pendiente de (tamborileo) ¡un aleteo de colibrí! No hay final más ajustada, jaja.
    Buena idea. Abrazos.

    ResponderEliminar
  6. qué placer tan divertido y siempre sorprendente venir a leerte, querido Alfredo!
    el aleteo de un colibrí, válgame!

    ResponderEliminar
  7. Hombre, es que George Clooney es mucho George Clooney. menos mal que ahí estaba el colibrí para arreglar la situación.
    Muy divertido
    un abrazo

    ResponderEliminar
  8. Nos damos contra el canto en los dientes, de perfil a veces el deseo, terco sin decidirse, y eso que merece la pena que salga cara por el mancebo (jejeje, no tanto). Ayyy colibrí travieso, besooo.

    ResponderEliminar
  9. Lo que más me gusta es que no sabemos quien se llevó el premio. Muy bueno.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Alfredo con esta clase de premiso has alborotado a las mujeres jajaja. Menos mal que el colibrí resolvió la situación. Has puesto hilaridad en la invitación.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. jajaja inesperada razón para semejante arbitrio del azar!
    Muy bueno!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Moneda de canto, expectacion asegurada. El colibri resolvio el dilema y evito una decision salomonica... 12 horas cada una, jajajajajaja
    Muy buen planteamiento
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  13. Y quién habrá sido la premiada? Suspenso y un buen desenlace que genera sonrisas.
    Menos mal que mi amor platónico es otro jaja
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Jajajaja!!! Qué bueno! Un relato muy original con final sorpresivo y que te deja "in albis" sin saber quién se lleva el premio!

    ResponderEliminar
  15. Jajaja. Nunca había pensado en la insolencia de las monedas... Genial forma y contenido para un relato muy fresco, tan lejano al opresivo mundo en el que mis cuentos habitan, y con ese final abierto que le da a la historia un espíritu fotográfico... Enhorabuena y gracias por compartirte.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. "Ná" menos que el amigo George... bien llevado de principio a fin y nos dejas con ganas de saber.

    Besos

    ResponderEliminar
  17. Alfredo:¡qué bueno saber que no todo está escrito, que siempre hay un margen para desear lo que no se sabe si será!
    Lo has hecho de lo más entretenido, casi como Clooney... ;)

    besos

    ResponderEliminar
  18. ¡Ay, las expectativas... !

    Cómo saben de decorados, de situaciones, de ilusiones. Cualquiera las alcanza sin pensar, sin explicaciones. Porque sí.

    Un abrazo, Alfredo.

    ResponderEliminar
  19. jajaja...Así se entiende tanta expectación. Saludos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario